La Dra. Fatima Bosch, catedrática de la UAB y directora del Centro de Biotecnología Animal y Terapia Génica (CBATEG) y su equipo de investigación han dado un paso de gigantes en la investigación y curación de la diabetes al someter a una innovadora terapia genética a cinco perros que sufrían esta enfermedad y que aseguran están curados pese a que sus páncreas siguen sin funcionar y ya no necesitan dos inyecciones diarias de insulina para reducir los niveles de glucosa en la sangre.
Los perros de la investigación sufrían diabetes de tipo 1, variedad de la enfermedad que, como sucede en humanos, se suele manifestar en edad juvenil y se atribuye a diversas causas genéticas.
La terapia dicen es muy poco invasiva y consiste en una sola sesión de varias inyecciones en el músculo de las patas traseras del animal mediante unas finas agujas similares a las que se emplean en los tratamientos de estética. Con estas inyecciones se introducen en el músculo los vectores, concretamente unos virus inertes a los que se les ha colocado en su interior dos genes que luego serán los responsables del éxito de la terapia.
Los vectores fueron diseñados para que localicen las células musculares y penetren en ellas. Tienen un doble objetivo: expresar por una parte el gen de la insulina y, por otra, el de la glucoquinasa, una enzima que actúa como regulador de la captación de glucosa de la sangre. Cuando ambos genes actúan simultáneamente funcionan como un «sensor de glucosa», consiguiendo una regulación automática de la captación de la glucosa de la sangre y reduciendo así la hiperglucemia diabética (exceso de glucosa asociado a la enfermedad). Es decir, consiguen con los músculos de las patas lo mismo que si el páncreas funcionara, logran mantener la glucosa en sangre en niveles correctos.
La Doctora y su equipo asegura que han demostrado que la terapia es segura y que todos los perros han sobrevivido ya que si no los hubieran tratado habrían muerto. Además no tienen ningún efecto secundario, ni siquiera en el peso o las tan frecuentes cataratas.
Los resultados se han publicado en la revista científica Diabetes