[three_fourth_last]
Aunque su nombre suene raro y pueda parecerlo, nada tiene que ver con un airecillo primaveral. Las vibrisas son los popularmente llamados “bigotes” de los gatos. ¡Y no son decorativos! Sigue leyendo y descubre sus particularidades.
Las gatos, aparte del pelaje que cubre su cuerpo, tienen unos sensibilísimos bigotes, más largos que el resto de pelos de su cuerpo y cinco veces más anchos, que están insertados tres veces más profundos en la dermis que un pelo común.Están rodeados por una cápsula fibrosa llena de sangre y unida con múltiples terminaciones nerviosas. Estos largos y gruesos pelos se llaman técnicamente vibrisas, y transmiten la información del ambiente mediante impulsos eléctricos a una región del cerebro conocida como “región de barriles”.
Las vibrisas actúan como receptores táctiles (captan información del exterior) y son habituales en los mamíferos como perros, leones, roedores, zorros, nutrias… También los humanos contamos con vibrisas en nuestras fosas nasales (que actúan como barrera y defensa ante la inhalación de partículas extrañas por la nariz) y en nuestro oído.
Los gatos suelen tenerlas en las cejas, los bigotes, detrás de las patas delanteras y en algunos casos, en la barbilla. La longitud de las vibrisas superan tanto la altura (en las cejas) como la anchura del animal, permitiendo medir el espacio por donde puede pasar. Además, a través de la especial sensibilidad de las vibrisas puede captar temperaturas, guiarse y “sentir” por donde camina (especialmente en la noche, ya que es cuando más enérgicos se muestran para cazar).
Las vibrisas pueden considerarse el “sexto sentido del gato”. Legendariamente, se le atribuye al gato un cariz místico, en ocasiones sobrenatural; se relacionaba a los gatos con las brujas en la Edad Media y con los Dioses en el antiguo Egipto. Esto podría explicarse gracias a las vibrisas, ya que pueden percibir campos electromagnéticos, geológicos, vibraciones y sonidos inaudibles para los humanos e incluso fenómenos climáticos: pueden detectar temblores y erupciones volcánicas.
También han sido muy comentados los casos en que los gatos han predicho la muerte, como el caso del gato Oscar. Este gato fue recogido de la calle y vive en un geriátrico. Entra en las habitaciones, husmea el aire y si se sube en alguna cama por algún rato, los médicos y enfermeras corren a avisar a los familiares, al poco rato, la persona muere. Oscar ha predicho más de una treintena de muertes en estos años… ¿Las vibrisas?, os preguntaréis… ¡pues muy probablemente! Se tiende a pensar que gracias a los bigotes perciben indicios de enfermedades como el cáncer, infartos o epilepsia.
Conocer el lenguaje corporal de los animales, sobretodo de los que conviven con nosotros, es muy importante y muy útil; nos transmite un sinfín de información adicional. Saber descifrarlo perfectamente puede ayudarnos a comprender mejor a nuestro amigo peludo o incluso evitar molestarlo o llevarnos algún que otro arañazo. También a través del lenguaje corporal podemos deducir si se encuentran mal, si están asustados o angustiados. En el caso de los gatos, las orejas y la cola son una parte esencial de su lenguaje corporal, sin embargo, las vibrisas también pueden facilitarnos información.
Veamos de qué tipo:
– En situaciones de estrés, miedo, enfado o enfermedad, las vibrisas del bigote estarán echadas hacia atrás, a lo largo de sus mejillas.
– Si tienen el bigote levemente de costado, significará que está relajado.
– Cuando está contento verás sus bigotes extendidos completamente, en forma de abanico.
– Si sienten curiosidad por algo, los bigotes se extenderán hacia delante, incluso por delante del hocico. Esta posición la exagera si se siente amenazado y se pone a la defensiva, dispuesto a atacar.
NUNCA deben cortarse las vibrisas, estaríamos privando al gato de una necesidad innata de relacionarse con el medio que lo rodea; además estos bigotes, como ya hemos comentado, son altamente sensibles y podríamos dañarlo.
Curiosidades:
– Normalmente, los gatos cuentan con veinticuatro bigotes, doce a cada lado de su hocico.
– Algunas razas de gato tienen los bigotes rizados (no trates de estirárselos).
[/three_fourth_last]